Teóricamente el mercado, mediante la libre competencia, deberá producir los bienes de la más alta calidad para el consumidor al menor costo posible en el largo plazo. Sin embargo, existe una contradicción intrínseca en este concepto, puesto que el mercado requiere que el productor, con el fin de mantenerse competitivo, disminuya sus costos en todos las fases del proceso de producción (costo-eficiencia). Esto usualmente se traduce en el pago de salarios mínimos, tercerización pero también en el uso de materiales de menor calidad, pobre diseño. A esto se le puede denominar obsolescencia intrínseca.
El segundo problema es que ningún producto puede permitirse una vida útil mayor a la necesaria para mantener el ciclo de consumo. Debido a ello se planifica la ‘caducidad’, falla o daño de un producto después de un periodo específico, esto es obsolescencia planificada o programada propiamente dicha.
Cuando se quieren imponer sanciones mediante legislación a la obsolescencia planificada, la estrategia adoptada por las empresas es enmascararla dentro de lo que hemos denominado obsolescencia intrínseca, suprimiendo o ignorando nuevas tecnologías que podrían suponer un producto más duradero, sostenible o amigable con el ambiente.
La obsolescencia programada consiste en hacer descarta ble lo que por su esencia no lo es. Se trata de una estafa de ciertos sectores deshonestos de la industria (específicamente de la tecnología digital) que hacen deliberadamente perecederos a los productos que podrían ser duraderos, con el objetivo de que el usuario los descarte y compre otros nuevos que también durarán un tiempo limitado, y así se pase la vida; comprando, usando y descartando.
Los productos digitales son los objetos en los que la obsolescencia programada se evidencia con mayor magnitud. Casi todos los componentes digitales de computadoras, en lugar de ser duraderos y reparables, son descarta bles Sin embargo, la raíz del problema sigue estando en la industria misma: los reparadores encuentran dificultades como unidades selladas imposibles de desarmar y rearmar, unidades fabricadas siguiendo un proceso automatizado que, al reproducirlo manualmente con fines de reparación, generan un costo de mano de obra mayor que el costo del producto nuevo, o bien, directamente la imposibilidad de conseguir repuestos, ya sea porque nunca han salido a la venta como tales o porque dejaron de fabricarse según el calendario de obsolescencia programada que siguió la unidad.
CONCLUSIÓN.
Consumo de sociedad, las estrategias de publicidad y la obsolescencia programada mantienen los consumidores atrapados, vivimos en una sociedad que se basa en la producción de bienes desechables y la publicidad es el instrumento central en la sociedad de consumo ya que es una gran motivación para nuestras elecciones, nos hace desear lo que no tenemos y despreciar aquello que ya tenemos. La obsolescencia programada es un método creado para ayudar en la economía de los países, aunque las personas se ven obligadas a gastar mas , la sociedad del consumo y la obsolescencia programada están ligadas ya que obligan a las personas a seguir comprando constantemente, ya sea porque los productos dejan de funcionar o por la abundante publicidad que emiten las empresas.